septiembre 07, 2007
septiembre 06, 2007
Lluvia de estrellas
La lluvia besa tu pelo.
Como pequeños diamantes se deslizan por tu cuerpo, desnudándolo
De toda impureza.
Y tus blancos vestidos caen sobre lienzo terrenal.
Haciendo que todo parezca una danza celeste,
Despertando en un sueño.
Y rosas negras adornan nuestra morada,
Y la noche nos cubre con manto de estrellas,
Haciendo nuestro sentir tan intenso y sublime
Como el suave balanceo de las nubes en el cielo
Y caer en el letargo rendido a tus pies
Hermosa ninfa de la noche
Si el mar fuese tan basto como tu belleza
Cubriría el universo.
Desprenderme de mí alma, hacerla tuya,
Seria letanía que habría de vivir
Una vez tras otra
Solo para poseer tu cuerpo ungido con el sabor del deseo
Ángeles caídos me anunciaron de tu llegada,
Mas no creí fuera cierto
Hasta sentir el aura de paz manar de tus sentidos
Y acercarte lentamente y nueva vez hacernos uno.
Más te alejas y me dejas desfallecer
En mi confinamiento a tu espera.
Como pequeños diamantes se deslizan por tu cuerpo, desnudándolo
De toda impureza.
Y tus blancos vestidos caen sobre lienzo terrenal.
Haciendo que todo parezca una danza celeste,
Despertando en un sueño.
Y rosas negras adornan nuestra morada,
Y la noche nos cubre con manto de estrellas,
Haciendo nuestro sentir tan intenso y sublime
Como el suave balanceo de las nubes en el cielo
Y caer en el letargo rendido a tus pies
Hermosa ninfa de la noche
Si el mar fuese tan basto como tu belleza
Cubriría el universo.
Desprenderme de mí alma, hacerla tuya,
Seria letanía que habría de vivir
Una vez tras otra
Solo para poseer tu cuerpo ungido con el sabor del deseo
Ángeles caídos me anunciaron de tu llegada,
Mas no creí fuera cierto
Hasta sentir el aura de paz manar de tus sentidos
Y acercarte lentamente y nueva vez hacernos uno.
Más te alejas y me dejas desfallecer
En mi confinamiento a tu espera.
Hugo m. Marte
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